No fue fácil lograr una reforma constitucional a favor de la mujer en los años cincuenta, sin embargo, gracias a la existencia, el valor y la lucha de mujeres que se adelantaron a su época logrando el derecho al voto y a ser votadas, hemos podido avanzar, y digo avanzar porque fue un gran paso. De tal manera que en la actualidad vemos mujeres regidoras, sindicas, alcaldesas, diputadas-todas ellas, tanto en el ámbito local como federal- y también gobernadoras; además de servidoras públicas en los diferentes niveles.
En las últimas elecciones se ha "respetado" la equidad de género, pero si observamos podemos ver que, la mayoría de las veces, se cumple con estas cuotas para las mujeres sólo con suplencias. Me queda muy claro que la apertura de espacios políticos para la mujer no son, en su mayoría, puestos de toma de decisiones.
El día viernes 10 de septiembre, la noticia a nivel nacional fueron las diez renuncias solicitadas en el Congreso y lo alarmante es que en ocho de los casos se trata de mujeres que dejarían en su lugar a sus suplentes que son hombres. Me pregunto dónde queda la equidad de género, existe un perfil para candidatas y candidatos dentro de los Partidos Políticos, quien propone y cómo es posible que los suplentes sean el esposo o el hermano, dónde está el compromiso de las mujeres con los ciudadanos y con las mujeres mismas.
No cabe duda, seguimos con las mismas prácticas políticas de simulación, a pesar de la reglamentación ya existente que garantiza espacios para las mujeres. La apertura para su participación real en la política no es congruente con lo establecido y es así con el consentimiento de esas mujeres.
